Los chismes son algo con lo que hay que aprender a lidiar desde que somos pequeños, porque los niños, adolescentes y también adultos adoran chusmear y hablar de la vida ajena. Hay gente que pasa por alto estas prácticas y que no anda ventilando detalles e intimidades ajenas. Pero lamentablemente otra gente disfruta haciendo circular rápidamente información sobre los otros, por la escuela, el club, la cafetería o el vecindario.
Si eres de esas personas a las que les gusta ventilar rumores, cuidado porque puedes perjudicar a mucha gente. Y de hacerlo va a llegar un momento en que las personas no van a confiar más en ti. Además de no querer escucharte y dejar de creer en tu palabra, van a rechazar tu amistad por falta de confianza. ¿Triste no? Por eso lo mejor es dejar los chismes de lado y respetar la intimidad de la gente que te rodea.
Ahora, si fuiste perjudicada por la lengua venenosa de alguna chismosa de turno, nuestro primer consejo es aquel sabio refrán de la abuela que decía "dime con quién andas y te diré quién eres”. En otras palabras, lo ideal es mantener los ojos bien abiertos en relación a tus amistades, para darte cuenta quién es fiel y quién no lo es. Una amiga que revela a toda la clase una intimidad que le has confiado, no es una amiga. Por eso presta mucha atención a quién le confías tus secretos.
Elige una o dos amigas de verdad a las que pueda abrirle tu corazón y abandona la costumbre de hablar acerca de tus sueños y problemas con todo el mundo. Y si por alguna razón ha comenzado a circular un rumor sobre tí, lo mas indicado es asumir con toda tranquilidad lo que hiciste o dijiste, aclarando que aquella persona que prometió mantenerlo en secreto, no cumplió. Puedes quedarte bien tranquila. Quien se equivocó en esta historia no eres tú, sino esa “amiga“ que traicionó tu confianza.
nunca...¡¡¡
Hace 11 años
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